Cuándo y cómo tomar probióticos

¿Cuándo tomar probióticos?

Los probióticos se recomiendan en una variedad de situaciones donde se han demostrado sus beneficios para la salud. Algunas de las situaciones más comunes donde se recomienda el uso de productos probióticos incluyen:

• Después de un tratamiento con antibióticos: Los antibióticos pueden matar tanto las bacterias malas como las buenas en el intestino, lo que puede causar desequilibrios en la microbiota intestinal y provocar diarrea y otros problemas. Tomar probióticos después de tomar antibióticos puede ayudar a restaurar el equilibrio de la flora intestinal y reducir el riesgo de problemas digestivos.
• Enfermedades gastrointestinales: Los probióticos pueden ayudar a aliviar los síntomas de una variedad de enfermedades gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal y la colitis ulcerosa.
• Alergias y enfermedades autoinmunitarias: Algunos estudios clínicos sugieren que los probióticos pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y reducir los síntomas de enfermedades autoinmunitarias como el eczema y las alergias.
• Sistema inmunológico: Los probióticos pueden ayudar a estimular el sistema inmunológico del cuerpo, lo que puede reducir el riesgo de infecciones y enfermedades.
• Salud general: Los probióticos pueden ayudar a mejorar la salud general del cuerpo al promover la digestión saludable, ayudar a la absorción de nutrientes y reducir la inflamación en el cuerpo.

¿A qué hora tomar probióticos?

Depende de varios factores, como el tipo de suplemento probiótico y los objetivos de salud personales. La mayoría de los expertos recomiendan tomar probióticos antes de una comida, especialmente antes del desayuno, ya que permite que las bacterias lleguen más rápidamente al intestino, puesto que no hay alimentos en el estómago que obstruyan su avance. Por el contrario, tomar probióticos con comida proporciona una capa de protección para las bacterias, protegiéndolas del entorno ácido del estómago. Esto puede aumentar sus posibilidades de supervivencia y colonización en el intestino.

Otro punto a tener en cuenta al seleccionar cuándo tomar probióticos es la cepa o cepas particulares de bacterias en el suplemento. Diferentes cepas tienen diferentes requisitos de supervivencia y colonización en el intestino. Algunas cepas pueden ser más resistentes y capaces de resistir el entorno ácido del estómago, como es el caso de Bacillus coagulans, mientras que otras pueden requerir una barrera protectora, como la comida, para llegar intactas al intestino.

En cualquier modo, no olvides leer las recomendaciones del fabricante del probiótico.

¿Cómo tomar probióticos?

Los probióticos se pueden tomar mediante la ingesta de alimentos probióticos, como, por ejemplo, el yogur, el chucrut o el té kombucha o mediante suplementos probióticos que se venden en farmacias o herbolarios o en tiendas online como Amazon. En estos casos se trata de suplementos en forma de comprimidos, cápsulas, líquidos o en el caso de la microbiota vaginal, a través de óvulos vaginales o tampones vaginales.

Estado de salud del paciente

Aunque de forma general un probiótico lo puede tomar cualquier persona sana, es importante reseñar que es necesario consultar con el especialista médico en caso de que tengamos alguna patología relacionada con el sistema inmune, estamos tomando algún medicamento inmunosupresor o hayamos sido intervenidos quirúrgicamente recientemente. Niños prematuros y enfermos también deben tomar este tipo de precauciones.

Qué género, especie y cepa del probiótico tomar

Por otra parte, también es importante saber elegir el probiótico según la patología que queramos tratar, puesto que existen muchas especies y cepas probióticas distintas y no todas están indicadas para según qué patologías. Hay que informarse de los tipos de probióticos que existen y para que están indicados.

Algunos productos probióticos indican en su fórmula qué especie de microorganismos contiene, pero no especifica la cepa en particular que utiliza, lo que nos puede hacer dudar de la utilidad real de ese probiótico.

Qué género, especie y cepa del probiótico tomar

Por otra parte, también es importante saber elegir el probiótico según la patología que queramos tratar, puesto que existen muchas especies y cepas probióticas distintas y no todas están indicadas para según qué patologías. Hay que informarse de los tipos de probióticos que existen y para que están indicados.

Algunos productos probióticos indican en su fórmula qué especie de microorganismos contiene, pero no especifica la cepa en particular que utiliza, lo que nos puede hacer dudar de la utilidad real de ese probiótico.

Calidad del probiótico y fabricante reconocido

Es importante recordar que los suplementos probióticos no están regulados como lo está un medicamento y no todos son iguales en cuanto a calidad y efectividad.

Por lo tanto, es fundamental saber elegir un producto de calidad, de un fabricante reconocido y de confianza y, de igual modo, es importante leer el etiquetado nutricional para confirmar que su composición contiene las cepas prebióticas adecuadas, así como seguir las instrucciones indicadas en el etiquetado. También es recomendable recibir atención médica o una consulta al farmacéutico antes de comenzar a tomar cualquier suplemento probiótico.

Dosis diaria y cantidad a tomar

Otro factor relevante es la concentración de probióticos que viene en cada envase, y que varía mucho según el nombre del fabricante del probiótico. Si estamos empezando a tomarlos por primera vez, podemos empezar con uno que tenga una concentración más baja para reducir el riesgo de tener cualquier efecto adverso.

No olvidemos leer la etiqueta donde se nos indica la dosis a tomar, cápsulas/día, etc.

Almacenamiento

Es importante fijarnos en los requerimientos de almacenamiento que indica el fabricante, ya que al tratarse de organismos vivos, algunos de ellos vaya a requerir refrigeración para mantener su viabilidad.

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