Probióticos para perros: qué son y para qué sirven
Los probióticos son microorganismos beneficiosos que viven en el tracto digestivo. Millones de estas bacterias viven en el sistema gastrointestinal de muchos animales, incluidos los perros. Estos microorganismos intestinales beneficiosos equilibran el entorno interno para prevenir enfermedades y promover la salud de nuestro perro.
¿Qué son los probióticos para perros?
Los probióticos, según definición de la OMS, son microorganismos vivos que cuando se consumen en cantidades adecuadas confieren al huésped efectos saludables. Estos microorganismos, principalmente bacterias, conviven en el intestino del perro sano de una forma simbiótica y equilibrada.
Los perros también tienen un sistema digestivo que, aunque distinto al de los humanos, también tiene una microbiota cuyo equilibrio es fundamental no solo para el proceso digestivo, sino también para su sistema inmune y prevención de enfermedades.
¿Qué beneficios aportan los probióticos a la salud de un perro?
Al igual que ocurre en los humanos, los probióticos también ejercen efectos beneficiosos en la salud de tu perro. Aunque son sistemas digestivos muy diferentes, la función que ejerce la flora o microbiota intestinal en el perro es similar a la que ejerce la microbiota en la salud de los humanos.
Entre estas funciones beneficiosas, destaca la de facilitar la absorción de los nutrientes de los alimentos mediante la producción de ciertas sustancias como son ácidos de cadena corta (SCA), ácido láctico, algunas vitaminas y fortalecer y mantener el sistema inmunitario del perro.
De igual modo, una microflora equilibrada evita la presencia o proliferación de otras especies invasoras que pueden producir enfermedades intestinales.
Gracias a estas bacterias intestinales buenas, los probióticos también ayudan solucionar problemas digestivos comunes en perros.
¿Cómo actúan los probióticos en el perro?
Los probióticos para perros tienen un mecanismo de acción similar al que ejercen en los seres humanos, modificando y normalizando la microbiota o flora intestinal, mejorando la digestibilidad de los nutrientes, reforzando la pared intestinal, reduciendo los desórdenes gastrointestinales y regulando el sistema inmunitario.
¿Cuáles son los mejores probióticos para perros?
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¿Cuándo darle probióticos al perro?
Aunque, el aporte de un complemento alimentario con probióticos a un perro debe ser pautada por un veterinario, las situaciones más comunes que pueden requerir la administración de probióticos a tu perro suelen ser todas aquellas que generan alteraciones o desequilibrios en su microflora:
- Tratamiento con antibióticos. Los antibióticos eliminan las bacterias patógenas causantes de la infección, pero, si los antibióticos no son muy específicos, también eliminan especies bacterianas que son autóctonas y beneficiosas para la salud del perro.
- Cambios en su alimentación.
- Situaciones de estrés por cambios en su vida habitual (dejarlo en una residencia canina y/o separación de su dueño, etc.)
Todas estas situaciones y las consecuentes alteraciones de la microbiota dan lugar a enfermedades intestinales, problemas en el tracto digestivo, diarreas, acumulación de gases, etc., que puede mejorar o remitir con la administración de probióticos.
Cuidar el intestino de tu perro es muy importante. Debes tener en cuenta cuáles son los mejores probióticos para perros y también es importante seguir las instrucciones del producto. Ahí se indica, además de su fórmula, qué cantidad de probióticos debemos darle.
¿Pueden los cachorros tomar probióticos?
Sí. Existen estudios(1) que demuestran la eficacia de probióticos con Enterococcus faecium (SF68) para fortalecer el sistema inmunitario del cachorro.
Además, los cachorros pueden atravesar situaciones que afecten a su microbiota, como el cambio a una nueva residencia, adaptación al pienso, etc.
De todos modos, lo mejor es acudir a tu veterinario y que sea él quien mejor paute ellos probióticos para tu cachorro.
¿Probióticos para cachorros?
Existen estudios(1) que demuestran la eficacia de probióticos con Enterococcus faecium (SF68) para fortalecer el sistema inmunitario del cachorro. Además, los cachorros pueden atravesar situaciones que afecten a su microbiota, como el cambio a una nueva residencia, adaptación al pienso, etc.
Es importante destacar que los cachorros tienen un sistema digestivo delicado y en desarrollo, por lo que pueden ser más propensos a trastornos digestivos como diarrea y estreñimiento. Los probióticos pueden ayudar a aliviar estos problemas y a promover una mejor salud intestinal en los cachorros. También pueden ser beneficiosos para los cachorros que han sido destetados prematuramente o han sido alimentados con una dieta inadecuada, ya que pueden ayudar a restablecer el equilibrio de bacterias en el intestino.
A la hora de elegir un probiótico para cachorros, es importante buscar aquellos que contengan cepas específicas de bacterias beneficiosas para los perros. Además, es recomendable elegir un probiótico que esté formulado específicamente para perros jóvenes, ya que las necesidades nutricionales de los cachorros pueden ser diferentes a las de los perros adultos.
En resumen, los probióticos para cachorros pueden ser una herramienta útil para promover una mejor salud intestinal y fortalecer el sistema inmunológico de los perros jóvenes. Al elegir un probiótico, es importante buscar aquellos que contengan cepas específicas de bacterias beneficiosas para los perros y que estén formulados para cachorros. Sin embargo, es recomendable consultar con un veterinario antes de comenzar a administrar cualquier suplemento a tu cachorro, ya que cada perro es único y puede tener necesidades individuales.
¿Sirven los probióticos de humanos para perros?
Una duda frecuente es si le podemos dar probióticos de humano a mi perro. Pues, depende del probiótico en particular del que estemos hablando.
Por ejemplo, si hablamos de probióticos como Lactobacillus acidophilus, Bacillus coagulans o Bacillus subtilis, éstos son microorganismos muy comunes entre los suplementos probióticos diseñados para humanos, pero que también tienen estudios de sus beneficios en los perros. En este caso, podríamos administrar estos probióticos tanto humanos como a perros.
Pero también podemos encontrarnos otros tipos de Lactobacilos o Bifidobacterias que son habituales en la microbiota humana, pero no lo son en la microbiota del perro, o bien simplemente no existen estudios realizados en el perro con estos probióticos. En estos casos, obviamente, no debemos administrar estos suplementos probióticos a nuestra mascota.
Pero nos podemos encontrar incluso con el caso contrario. Por ejemplo, la cepa probiótica Enterococcus faecium NCIMB 10415 que es, con diferencia, la más común entre los suplementos probióticos para perros y con gran cantidad de estudios realizados en ellos, no aparece en ningún suplemento probiótico diseñado para humanos. Al menos, yo nunca los he visto.
En resumen, lo ideal es administrar a nuestra mascota suplementos probióticos especialmente diseñados para perros, ya que son aquellos que han demostrado beneficios en organismo canino. De todos modos, el hecho de administrar un probiótico inadecuado no debería causarle más molestias que unas alteraciones intestinales que deberían desaparecer en unos días, pero insisto, debemos evitar administrar estos suplementos probióticos si no son cepas especialmente adecuadas para ellos.
Como dar probioticos a perros
Para dar probióticos a los perros, es importante elegir el producto adecuado y seguir las indicaciones del fabricante. Algunos probióticos vienen en forma de polvo, mientras que otros están disponibles en forma de cápsulas o tabletas. También hay alimentos para perros enriquecidos con probióticos.
Antes de administrar probióticos a tu perro, es recomendable consultar con un veterinario para determinar la dosis adecuada y asegurarse de que no haya contraindicaciones para la salud de tu mascota. El veterinario podrá recomendarte el tipo de probiótico más adecuado para las necesidades específicas de tu perro.
Una vez que hayas obtenido los probióticos recomendados por el veterinario, es importante seguir las instrucciones de administración al pie de la letra. Esto puede variar dependiendo del producto y de las necesidades individuales de tu perro. Algunos probióticos se mezclan con el alimento, mientras que otros pueden administrarse directamente en la boca del perro
¿Podemos dar yogur a nuestro perro?
El yogur es un alimento derivado lácteo que lleva en su composición dos especies bacterianas, en concreto Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus. Estas bacterias lo que hacen es fermentar la lactosa de la leche, produciendo una serie de componentes muy beneficiosos para la salud del perro, además de los componentes que lleva la leche en sí misma.
No obstante, la administración de yogur hay que hacerla con cautela para evitar que se produzca efectos de intolerancia a la lactosa, aunque en teoría, esta intolerancia debería ser pequeña, puesto que la lactosa es “consumida” por las bacterias durante su fermentación.
Aparte del yogur, existen otros fermentados que no llevan leche. Es el caso del kéfir, que se prepara con agua y granos de kéfir que aporta gran cantidad de microorganismos. En este caso, al ser el kéfir un producto sin leche, se elimina el riesgo de posibles intolerancias a la lactosa.
¿Qué diferencia hay entre Probióticos y Prebióticos?
Aunque por el nombre solo se diferencien en una letra, la realidad es conceptualmente son muy distintos. Un probiótico es uno o un conjunto de microorganismos o bacterias, mientras que un prebiótico es un componente, generalmente fibras e hidratos de carbono, que el organismo del perro no puede digerir, pero su microflora sí. Es cierto modo, podríamos decir que los prebióticos “son la comida” de los probióticos.
