Eduardo Santos
Una de las principales áreas de estudios de los probióticos ha sido la prevención y/o tratamiento de la diarrea. Generalmente, la diarrea es un síntoma de una infección del tracto digestivo provocada por microorganismos bacterianos, virus o parásitos y donde los probióticos han demostrado ser efectivos
La microbiota intestinal, conocida hasta no hace mucho tiempo como flora intestinal, es el conjunto o comunidad de microorganismos que residen de forma indígena en todo el tracto gastrointestinal
En el caso de los probióticos, cada producto que podemos encontrar a la venta, suele contener miles de millones de CFU de células viables o microorganismos. Al tratarse, por tanto, de una cifra muy grande, se utiliza esta “notación científica” para expresar la cantidad de probióticos de una forma más simplificada.
Cuando leemos la etiqueta de un envase de probióticos, la información más importante que hay en ella es precisamente la de los nombres del (los) probiótico(s) que contiene el producto que tenemos en la mano. Así, nos encontramos con nombres con formas gramaticales latinas tales como Latobacillus rhamnosus, Lactobacillus acidophilus o Bifidobacterium bifidum, Streptococcus thermophilus, etc., por citar algunos ejemplos.